¿Qué son los ejercicios de Kegel?
Probablemente hayas oído hablar de los ejercicios de Kegel, pero ¿qué son exactamente? En pocas palabras, los ejercicios de Kegel están diseñados para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Estos músculos desempeñan un papel crucial en todo, desde los orgasmos y la rigidez hasta los hábitos de baño. Si los músculos del suelo pélvico están demasiado laxos (hipotónicos) o demasiado tensos (hipertónicos), pueden provocar problemas crónicos. Hoy, nos centraremos en los ejercicios para quienes tienen músculos hipotónicos (más débiles).
¿Por qué hacer ejercicios de Kegel?
El suelo pélvico es como una hamaca que sostiene la vejiga, la uretra, el recto, el útero y la vagina. Mantener estos músculos fuertes puede mejorar el control de la vejiga, reducir el dolor lumbar, aumentar la estrechez vaginal y potenciar la sensibilidad sexual, lo que conduce a orgasmos más intensos. Muchos factores pueden debilitar el suelo pélvico, incluidos el embarazo, el parto, los problemas digestivos y la cirugía. Por lo tanto, prestarles un poco más de atención puede marcar una gran diferencia.
¿Cómo hago ejercicios de Kegel?
¿Lo mejor de los ejercicios de Kegel? Son increíblemente fáciles y no requieren ningún equipo especial. Aquí tienes una guía sencilla para empezar:
- Encuentra los músculos adecuados:
Para localizar los músculos del suelo pélvico, intenta detener el flujo de orina a mitad de camino mientras estás en el baño. Si puedes hacerlo con éxito, ¡felicitaciones! ¡Has hecho ejercicios de Kegel!
- Apretar y soltar:
Imagina que los músculos del suelo pélvico son como una máquina de garras que aprieta y afloja. Aprieta los músculos, mantén la tensión unos segundos y luego afloja. Sentirás una flexión en la parte delantera del cuerpo y una sensación de tirón alrededor del ano. Repite este proceso con regularidad y podrás hacer ejercicios de Kegel en cualquier lugar, ya sea de pie, sentada o acostada.
- Añade algo de peso:
Una vez que te sientas cómoda con los conceptos básicos, considera agregar algo de resistencia a tu rutina con bolas de Kegel. Se trata de pesas con forma de huevo, a menudo unidas por una correa, que se insertan en la vagina para mejorar el ejercicio. Para facilitar su uso, aplica un lubricante a base de agua antes de insertarlas. Comienza con una sola bola o un juego de dos, y opta por las de silicona, que son hipoalergénicas y antibacterianas. A medida que te vuelvas más fuerte, puedes pasar gradualmente a pesas más pesadas. En poco tiempo, notarás una mayor comodidad, músculos más tensos y orgasmos más intensos.
Recuerda que la constancia es fundamental en los ejercicios de Kegel. Incorpóralos a tu rutina diaria y estarás en el camino correcto para tener un suelo pélvico más fuerte y una experiencia sexual más saludable y satisfactoria.
¡Feliz Kegeling!